PROCLAMA:
Estamos viviendo tiempos definitorios en el plan y el propósito de Dios.
El Dios creador del cielo y de la tierra, el que sustenta todas las cosas con Su Palabra, no ha dejado sola a su creación y mucho menos a aquellos que entendemos sus propósitos y vamos tras ellos.
Muchas son las preguntas que nos hacemos día a día sobre las diferentes situaciones que nos toca vivir, circunstancias que no comprendemos, incertidumbres que no alcanzamos a develar y acontecimientos a los que no les encontramos el sentido.
Pero Dios siempre está presente en nuestra historia, presente y activo, como lo ha estado en la historia de la humanidad desde el comienzo, desde el principio de todo, desde el génesis de la vida.
Muchas son las promesas de Dios para con su máxima creación, el hombre. Promesas generales, para toda la humanidad; promesas más específicas que abarcan una nación, una región o una ciudad; promesas a un grupo de personas determinado; promesas personales y particulares; Promesas que auguran cambios sustanciales y determinantes para quienes están dirigidas.
Pero, aunque es muy alentador contar con esas promesas, conocerlas y aferrarnos a ellas, pues nos llenan de esperanza y nos dan la fortaleza necesaria para seguir luchando por aquello que anhelamos o soñamos alcanzar; todos esperamos que llegue un tiempo, un kairos (tiempo señalado por Dios), en el que el Creador intervenga en la historia y en nuestra historia y lo que hasta ayer era una promesa, un sueño, hoy se convierta en una realidad.
Tomando en cuenta todo esto y concientes que Dios es un Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia de generación en generación y que, como dije al comienzo, estamos viviendo tiempos determinantes y definitorios dentro de Su perfecto plan, es que creo firmemente que el próximo año vendrá con acontecimientos reveladores, sucesos muy esperados y también inesperados, sueños que se convertirán en realidad, respuestas a oraciones específicas y la concreción de anhelos y proyectos muy guardados en nuestros corazones.
Por todo lo expuesto y por estar plenamente convencido que todo esto proviene de Dios, decreto y declaro profética y apostólicamente: 2007 AÑO DE CUMPLIMIENTO.
El Apóstol San Pablo escribiendo a los Gálatas (4:4) dice: “Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer...”. Podemos inferir de estas palabras que había un suceso que debía acontecer, había sido prometido por Dios y llegaría el momento de llevarse a cabo.
El pueblo de Israel esperaba desde hacía siglos el advenimiento del Mesías prometido y algunos hasta dudaban y se preguntaban decepcionados “donde está la promesa del Mesías que habría de venir”, y finalmente el cumplimiento llegó
Ahora bien, debemos destacar 3 elementos fundamentales en este histórico acontecimiento.
1- EL TIEMPO. Los griegos hablaban de 2 clases de tiempos, el tiempo Kronos que se refiere al tiempo de los hombres, que se puede medir en horas, días, meses, años. Y el tiempo Kairos, referido al tiempo de los dioses. A este Kairos (Tiempo señalado por Dios) se refiere San Pablo al decir: “cuando vino el cumplimiento del tiempo…”
Por lo general nosotros evaluamos los tiempos según el Kronos y nos olvidamos que Dios tiene otros tiempos, hay un tiempo específico, oportuno, el tiempo señalado por Dios para una persona, para una ciudad, para una nación, etc.
Cuando nosotros desarrollamos la capacidad de conocer y entender los tiempos de Dios, estaremos habilitados para situarnos correctamente, en tiempo y espacio, y tomar así las decisiones adecuadas a fin de recibir y disfrutar el cumplimiento de todo aquello que Dios tiene preparado para nosotros.
2- LA HERRAMIENTA. Para que la promesa de Dios de enviar al Mesías a la tierra tuviera su cumplimiento fue necesario contar con el elemento humano indispensable para afectar a la raza humana.
Dios necesitaba una mujer en quien pudiera engendrar al que sería el Salvador del mundo y encontró, en una pequeña ciudad llamada Nazareth, a una joven, virgen, para que sea la responsable de llevar en su vientre ni mas ni menos que al Hijo de Dios, Dios encarnado, el Emmanuel (Dios con nosotros).
Sin embargo esta herramienta humana llamada María, debía estar dispuesta para recibir tan grande bendición, no solo para ella, sino para toda la humanidad. Es muy interesante observar las palabras de María ante la anunciación del ángel Gabriel. Aunque ella no entendía mucho lo que estaba ocurriendo y menos aún cómo iba a suceder lo que se le estaba anunciando, sin embargo, llena de una gran confianza en el Dios creador de todas las cosas respondió: “He aquí la sierva del Señor, hágase conmigo conforme a tu palabra”.
Aquella promesa de Dios de enviar un Salvador a la humanidad tuvo su cumplimiento en el Tiempo de Dios (Kairos) porque hubo una mujer que estuvo dispuesta a transformarse en una herramienta, una pieza clave en el diseño divino, aún a costa de tener que pagar un alto precio, como fue la marginación, el desprecio y la vergüenza que en esos días significaba para una joven quedar embarazada sin haberse casado.
De la misma manera, Dios sigue necesitando herramientas humanas para el cumplimiento de sus promesas y sus propósitos y ese es nuestro gran desafío para este próximo año, estar dispuestos a pagar el precio necesario para ser esa herramienta a través de la cual Dios pueda hacer lo que ha planeado con nosotros, con nuestra ciudad y nuestra provincia.
3- UN PODER SOBRENATURAL. Este es el tercer elemento fundamental para que Dios de cumplimiento efectivo a sus promesas, sus diseños y sus propósitos.
Cuando el ángel anuncia a María que iba a tener un hijo, para ella era imposible porque era virgen, nunca había estado con ningún hombre, por ello le pregunta al ángel: ¿Cómo será esto..?, a lo que el ángel responde: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra…. Porque nada hay imposible para Dios”.
Estas palabras son realmente trascendentes para nosotros en estos días porque tal vez lo que Dios tenga preparado para nosotros o para nuestra tierra sea humanamente imposible, como lo era para María tener un hijo, sin embargo el mismo Dios que habló a María es el que hoy nos habla a nosotros y nos dice que el cumplimiento de sus promesas, sus planes, sus diseños y sus propósitos se llevará a cabo por el poder del Espíritu Santo el cual vendrá sobre nosotros y nos cubrirá con su sombra provocando y realizando aquello que a nosotros hoy nos parece humanamente imposible.
Es cierto que esto es racionalmente incomprensible, pero ya que hemos vivido mucho tiempo bajo la opresión de una excesiva racionalidad, ¡que tal si decidimos enfrentar el próximo año remontándonos en las alas de la fe y comenzamos a creer que el mismo Dios que cumplió su promesa de enviar al Salvador, es el Dios que está dispuesto a dar cumplimiento a sus promesas, a sus planes, que dicho sea de paso son bastante mejores que los nuestros, y cumplir sus diseños y propósitos para nosotros y para esta bendita tierra.!
El Tiempo Kairos se está manifestando, el poder sobrenatural de Dios está siempre vigente, la herramienta humana, ¿estará a la altura de las circunstancias?. ¿Entenderemos los tiempos que estamos viviendo?, ¿Estaremos dispuestos a alinearnos con los diseños de Dios y a pagar el precio para ser su herramienta?, ¿Seremos capaces de creer realmente en imposibles?.
La respuesta a estas preguntas nos ubicará en la línea de los que, en este 2007, disfrutarán el cumplimiento de las promesas y los propósitos de Dios en sus vidas o bien, en la de aquellos que solo mirarán ese cumplimiento en la vida de otros y se lamentarán por seguir viviendo cautivos de la diosa racionalidad.
Estamos viviendo tiempos definitorios en el plan y el propósito de Dios.
El Dios creador del cielo y de la tierra, el que sustenta todas las cosas con Su Palabra, no ha dejado sola a su creación y mucho menos a aquellos que entendemos sus propósitos y vamos tras ellos.
Muchas son las preguntas que nos hacemos día a día sobre las diferentes situaciones que nos toca vivir, circunstancias que no comprendemos, incertidumbres que no alcanzamos a develar y acontecimientos a los que no les encontramos el sentido.
Pero Dios siempre está presente en nuestra historia, presente y activo, como lo ha estado en la historia de la humanidad desde el comienzo, desde el principio de todo, desde el génesis de la vida.
Muchas son las promesas de Dios para con su máxima creación, el hombre. Promesas generales, para toda la humanidad; promesas más específicas que abarcan una nación, una región o una ciudad; promesas a un grupo de personas determinado; promesas personales y particulares; Promesas que auguran cambios sustanciales y determinantes para quienes están dirigidas.
Pero, aunque es muy alentador contar con esas promesas, conocerlas y aferrarnos a ellas, pues nos llenan de esperanza y nos dan la fortaleza necesaria para seguir luchando por aquello que anhelamos o soñamos alcanzar; todos esperamos que llegue un tiempo, un kairos (tiempo señalado por Dios), en el que el Creador intervenga en la historia y en nuestra historia y lo que hasta ayer era una promesa, un sueño, hoy se convierta en una realidad.
Tomando en cuenta todo esto y concientes que Dios es un Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia de generación en generación y que, como dije al comienzo, estamos viviendo tiempos determinantes y definitorios dentro de Su perfecto plan, es que creo firmemente que el próximo año vendrá con acontecimientos reveladores, sucesos muy esperados y también inesperados, sueños que se convertirán en realidad, respuestas a oraciones específicas y la concreción de anhelos y proyectos muy guardados en nuestros corazones.
Por todo lo expuesto y por estar plenamente convencido que todo esto proviene de Dios, decreto y declaro profética y apostólicamente: 2007 AÑO DE CUMPLIMIENTO.
El Apóstol San Pablo escribiendo a los Gálatas (4:4) dice: “Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer...”. Podemos inferir de estas palabras que había un suceso que debía acontecer, había sido prometido por Dios y llegaría el momento de llevarse a cabo.
El pueblo de Israel esperaba desde hacía siglos el advenimiento del Mesías prometido y algunos hasta dudaban y se preguntaban decepcionados “donde está la promesa del Mesías que habría de venir”, y finalmente el cumplimiento llegó
Ahora bien, debemos destacar 3 elementos fundamentales en este histórico acontecimiento.
1- EL TIEMPO. Los griegos hablaban de 2 clases de tiempos, el tiempo Kronos que se refiere al tiempo de los hombres, que se puede medir en horas, días, meses, años. Y el tiempo Kairos, referido al tiempo de los dioses. A este Kairos (Tiempo señalado por Dios) se refiere San Pablo al decir: “cuando vino el cumplimiento del tiempo…”
Por lo general nosotros evaluamos los tiempos según el Kronos y nos olvidamos que Dios tiene otros tiempos, hay un tiempo específico, oportuno, el tiempo señalado por Dios para una persona, para una ciudad, para una nación, etc.
Cuando nosotros desarrollamos la capacidad de conocer y entender los tiempos de Dios, estaremos habilitados para situarnos correctamente, en tiempo y espacio, y tomar así las decisiones adecuadas a fin de recibir y disfrutar el cumplimiento de todo aquello que Dios tiene preparado para nosotros.
2- LA HERRAMIENTA. Para que la promesa de Dios de enviar al Mesías a la tierra tuviera su cumplimiento fue necesario contar con el elemento humano indispensable para afectar a la raza humana.
Dios necesitaba una mujer en quien pudiera engendrar al que sería el Salvador del mundo y encontró, en una pequeña ciudad llamada Nazareth, a una joven, virgen, para que sea la responsable de llevar en su vientre ni mas ni menos que al Hijo de Dios, Dios encarnado, el Emmanuel (Dios con nosotros).
Sin embargo esta herramienta humana llamada María, debía estar dispuesta para recibir tan grande bendición, no solo para ella, sino para toda la humanidad. Es muy interesante observar las palabras de María ante la anunciación del ángel Gabriel. Aunque ella no entendía mucho lo que estaba ocurriendo y menos aún cómo iba a suceder lo que se le estaba anunciando, sin embargo, llena de una gran confianza en el Dios creador de todas las cosas respondió: “He aquí la sierva del Señor, hágase conmigo conforme a tu palabra”.
Aquella promesa de Dios de enviar un Salvador a la humanidad tuvo su cumplimiento en el Tiempo de Dios (Kairos) porque hubo una mujer que estuvo dispuesta a transformarse en una herramienta, una pieza clave en el diseño divino, aún a costa de tener que pagar un alto precio, como fue la marginación, el desprecio y la vergüenza que en esos días significaba para una joven quedar embarazada sin haberse casado.
De la misma manera, Dios sigue necesitando herramientas humanas para el cumplimiento de sus promesas y sus propósitos y ese es nuestro gran desafío para este próximo año, estar dispuestos a pagar el precio necesario para ser esa herramienta a través de la cual Dios pueda hacer lo que ha planeado con nosotros, con nuestra ciudad y nuestra provincia.
3- UN PODER SOBRENATURAL. Este es el tercer elemento fundamental para que Dios de cumplimiento efectivo a sus promesas, sus diseños y sus propósitos.
Cuando el ángel anuncia a María que iba a tener un hijo, para ella era imposible porque era virgen, nunca había estado con ningún hombre, por ello le pregunta al ángel: ¿Cómo será esto..?, a lo que el ángel responde: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra…. Porque nada hay imposible para Dios”.
Estas palabras son realmente trascendentes para nosotros en estos días porque tal vez lo que Dios tenga preparado para nosotros o para nuestra tierra sea humanamente imposible, como lo era para María tener un hijo, sin embargo el mismo Dios que habló a María es el que hoy nos habla a nosotros y nos dice que el cumplimiento de sus promesas, sus planes, sus diseños y sus propósitos se llevará a cabo por el poder del Espíritu Santo el cual vendrá sobre nosotros y nos cubrirá con su sombra provocando y realizando aquello que a nosotros hoy nos parece humanamente imposible.
Es cierto que esto es racionalmente incomprensible, pero ya que hemos vivido mucho tiempo bajo la opresión de una excesiva racionalidad, ¡que tal si decidimos enfrentar el próximo año remontándonos en las alas de la fe y comenzamos a creer que el mismo Dios que cumplió su promesa de enviar al Salvador, es el Dios que está dispuesto a dar cumplimiento a sus promesas, a sus planes, que dicho sea de paso son bastante mejores que los nuestros, y cumplir sus diseños y propósitos para nosotros y para esta bendita tierra.!
El Tiempo Kairos se está manifestando, el poder sobrenatural de Dios está siempre vigente, la herramienta humana, ¿estará a la altura de las circunstancias?. ¿Entenderemos los tiempos que estamos viviendo?, ¿Estaremos dispuestos a alinearnos con los diseños de Dios y a pagar el precio para ser su herramienta?, ¿Seremos capaces de creer realmente en imposibles?.
La respuesta a estas preguntas nos ubicará en la línea de los que, en este 2007, disfrutarán el cumplimiento de las promesas y los propósitos de Dios en sus vidas o bien, en la de aquellos que solo mirarán ese cumplimiento en la vida de otros y se lamentarán por seguir viviendo cautivos de la diosa racionalidad.
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